jueves, 18 de noviembre de 2010

Al él: Pene

En primer término quiero que sepas que así como te amo, te odio.


Pene: aparato reproductor masculino…

La mayoría de las mujeres hemos tenido una relación extremadamente apasionada con él, lo conocemos desde la primera vez en que a mamá se le ocurrió meternos a bañar con papá y ya teníamos uso de razón, no sabíamos exactamente como funcionaba, lo veíamos como la cosa extraña que le cuelga al sexo masculino. Ya en la primaria distinguías a él de ella, en los últimos años tus apreciados libros te explicaron más de la cuenta, en teoría: lo conociste, lo tocaste, lo llenaste de plastilina, aprendiste los nombres de las partes que lo forman, hicieron que le tuvieras miedo, te dieron a conocer unas cuantas ETS, y lo mas peligroso, te explicaron que gracias a él estabas tú, que si te atrevías a hablarle y a permitirle la entrada podrías crear un pequeño monstro.

Ya siendo adolescente nada de lo mucho que te enseñaron importo, tenías la curiosidad de conocerlo, de tocarlo, de sentirlo y hasta de besarlo; jugaste a la princesa encantada, te “enamoraste” y para no sentirte mal decías: ¡hice el amor!, ¡Por dios! Solo permitiste que él se apoderara de ella y viceversa. Supongo que en esa ocasión no fue tan placentero como te lo habían pintado, dolió, sangro y ni orgasmo hubo; las ganas se habían apartado, él no era tan bueno.

Con el paso de las visitas lo fuiste haciendo parte de ella, le gustaba, lo idolatraba, sentía que lo amaba, juagaba con él; después te invito a ti, te hizo parte de él, no solo era ella, eras tú, también te enamoraste, lo exploraste, te fascino; se hicieron adictas, lo presionaron una y otra vez, lo soñaron, hicieron con él un sinfín de… todo iba perfecto, pene tuyo, vagina contenta y tu feliz.

Por desgracia descubriste que él no era tuyo y mucho menos de ella, Pene era libre, licencioso, infiel, demasiado caliente, pendejo y sin moral, le encantaba andar entrando y saliendo, no respetaba vagina alguna, no tenia sentimientos puros, solo perversos, buscaba socializar, siempre quería sobresalir, era un hijo del Puto que lo cargaba; y es que el punto es que Puto jamás controla a Pene, sino todo lo contrario. Él dirige a la tropa, y cuando él habla: él manda, Puto solo recibe órdenes, Pene es así, en ocasiones no distingue raza, sexo o edad, es adicto a la explosión; su peor enemigo es el condón, sabe que le conviene como aliado y poco a poco lo aprecia, de vez en cuando no lo invita, pero Puto tiene tanto miedo que condón se hace notar.

Pene, Pene, Pene

Te amo, Te amo, Te amo

Te odio, Te odio, Te odio

De verdad Pene pone “locas” a las mujeres y a muchos Putos también, y es que Pene de verdad te hace sentir más que una sencilla explosión, Pene debería ser más que hijo de un Puto, pene debería ser Santo Pene o algo similar. Y es que siempre que dices estar enamorada de Puto, a quien realmente amas es a Pene, el que realmente te engaña es Pene, el que hace todo es Pene, Puto solo es el pretexto.

Y que viva él: Pene. jajajajaja

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