jueves, 3 de febrero de 2011

A LOrEnzo

Era un tipo silencioso, casi nadie lo veía, vivía en una casa mediana, trabajaba para un macho cualquiera que lo usaba como esclavo, aprovechaba la actitud sumisa de Lorenzo, jamás le pagaba el sueldo acordado y lo traía de aquí para acá, como si deberás. A pesar de todo lo malo y abusivo que era el jefe de Lorenzo, le agradezco de por vida, si no fuese sido por él, Lorenzo no existiría en mi vida y estas letras tampoco.

Todo comenzó en la gran fiesta del pueblo, estaba aburrida de escribir y dormir, así que decidí despejarme un poco uniéndome a la pueblada, sabia que al otro día el trabajo me esperaba, pero es bueno reírse un poco de las tarugadas que el alcohol hace con el ser humano, así que salí de mi pequeña y dulce casa, me encamine hacia el centro del pueblo, no había mucho por descubrir, era la típica fiesta de pueblo, gente aquí, gente allá; de repente me llego un olor a alcohólico, era él, nunca he entendido por que se atrevió a hablarme, no era la primera vez que nos encontrábamos, tanto el sabia de mi como yo de él, pero nuestros mundos eran distintos, nada que ver el uno con el otro, éramos indiferentes hasta ese día. Platicamos horas y era imposible alejarme, el sueño me mataba, pero que más da, mis ganas de seguir ganaron, permanecí con él hasta las 4 de la mañana, estaba ya muy ebrio y supongo que no supo lo que hacia, nos besamos, me opuse un poco, pero de nuevo mis ganas triunfaron. No paso a mayores, me largue sin preocupación alguna, cualquiera que se parezca a mi lo entendería como algo normal.

No supe de él en semanas, se corría un rumor de que se había largado para no volver, algo me decía que si, y así fue, regreso para quedarse. Una noche coincidimos en una celebración, por obra del espíritu santo termine con unas copas de más e incitándolo a quedarse en mi casa, hable como loca sin parar, me queje de mis amores, de mi familia y de mi viada, de la nada nos besamos, nos besamos y lo hicimos (sin darme cuenta ese día también conocí a Lorenzo).

Nos topamos unas cuantas veces en el centro del pueblo, pero jamás hablábamos del tema, solo nos saludamos cortésmente e intercambiamos palabras; un buen día al fin se digno ha invitarme a salir, bebimos unas copas de mas y acabamos en mi casa de nuevo, y si, haciéndolo de nuevo, fue en ese momento donde nos percatamos de que esto, o continuaba o paraba por completo, continuo y las visitas no se hicieron esperar.

Supongo que en alguna de las visitas o mas bien en todas estuvo Lorenzo y yo jamás me percataba, no puedo describir el momento en el que lo conocí, por que tampoco logre captarlo, todo fue tan de prisa, un día de la nada ahí estaba hablándome, contándome de la relación patrón-trabajador que llevaba con el jefe, que desde que el era muy niño había trabajado para él, que aunque a veces no lo pareciera era como un padre para él, pues todo lo aprendido había sido gracias al jefe, me parecía increíble el aprecio que Lorenzo mostraba ante su jefe y de vez en cuando lo entendía, pues también de vez en cuando yo amaba al jefe, era algo inexplicable. Lorenzo me volvía loca, me encantaba besarlo y lo mejor era su lunar único que a ciencia cierta no se explicar en donde estaba realmente, pero algún día lo vi; no me consta pero jefe decía que Lorenzo valía como 20 millones de euros, pues a supuestos era lo que media. Nunca logre experimentar a detalle con Lorenzo, el jefe se ponía loco y celoso y nos prohibía vernos; cuando nos juntábamos los tres la bomba estallaba, que digo la bomba, éramos nosotros. A pesar de lo sumiso que se llegaba a ver Lorenzo, era un loco en esos días, irreconocible, sensacional, encantador, ¡aaa! Aun lo amo. Es una lastima que el desgraciado del jefe nos halla separado gracias a sus… no se como llamarlas, pero de alguna manara Lorenzo recibía ordenes ante todo, y cuando el jefe decidió largarse se lo llevo con el.

Me abandonaron ambos y solo se escuchaba decir a la gentucha: ¡pobrecita! ¡Eso le pasa por cusca! ¡Solo era de moral distraída! ¡Era una zorra! ¿Zorra? ¡Yo diría que puta!

Y es que en el pueblo siempre fue así, nunca encajamos los tres en el, yo no me largaba por que me aferre a mi gran amor que nunca tuve.

Hoy Lorenzo y su jefe solo son uno de esos lindos recuerdos que a diario me hacen llorar, cuando paso por aquella casa que me hace revivir lo que algún día fui al lado de Lorenzo.

jueves, 13 de enero de 2011

Hombre en cuerpo de mujer

Es mejor ser como uno de ellos, las mujeres somos mas complicadas, a un tal Dios se le tenia que ocurrir la idea de mandarme unas pequeñas bubis, cadera no muy marcada, pero al fin y al cabo mi sexo es el de una mujer. No me quejo es increíble mi voz de niña y mi cuerpo delgado, mi vagina multiorgasmos y mis pechos sensibles al sentirse queridos, es fascinante el placer que se puede sentir; tampoco es que quiera ser un hombre y sentirme un machote bien parado, tampoco quiero voz gruesa y pene colgante pegado a dos cosas llamadas testículos, y aclaro, no soy marimacha, ni lencha, ni tortilla, ni algo que tenga que ver con cambio de gustos en el sexo. Amo mi sexo, me encanta cada una de las partes que forman a la mujer, el cuerpo humano es encantador y sobre todo el de nosotras. Lo que me caga es que aun exista el macho pendejo que antepone su hombría ante la sumisa mujer, pero lo que mas odio es que exista la sumisa mujer, por que si ellas dejaran de ser dóciles y mansas el típico macho desaparecería (se que suena muy feminista, pero no encuentro otras palabras para que esto se entienda).


Se dice que el hombre es infiel por naturaleza y hasta comprobado esta, yo digo que el ser humano como tal lo es, y que así como ellos las mujeres también lo somos, somos mas discretas y aun nos importa el que dirán, nos ocupa el hecho de que nos llamen puta, y es que somos tan arpías, tan hipócritas, tan díscolas unas con las otras, nos aventamos mierda y todo por la maldita envidia; pero lo que es verídico y hasta me atrevería a decir que casi comprobado, es que somos igual de putas que un cabron, y aquí es donde quisiera ser ellos, donde quisiera ser tan liberal al hablar de sexo con mi amigas (por eso solo tengo una) y contarle a medio mundo que me cogí a uno y a otro y que no me preocuparé por que use condón con cada uno, que fui a una fiesta con la intención de ligar, que me embriague hasta caer, que tengo novio, amante, amigo con derechos, amigo cariñoso, amigo de hotel, amigo de paso; si muchos amigos. No se ni por que digo que quisiera serlo, si en cuanto se me presente la oportunidad lo soy, soy como ellos pero cuerpo de mujer que aun es niña, soy una puta y me encanta coger, soy alcohólica y drogadicta de vez en cuando, se reconocer y hasta admirar un buen culo, miento cuando la ocasión lo amerita y en el amor no me embroco tanto, prefiero dejar ir las cosas, soy celosa con cautela, y a veces solo busco sexo, no me limito en cuanto a placeres y todo lo que los provoque es bien recibido con abrazo y beso, comprendo que todo es cíclico, que hay principio y fin, que nada es para siempre, que la fidelidad es temporal; en fin así soy.

No todo acaba aquí, por que también se ser niña, me enamoro como boba, lloro cada mes por que la menstruación me pone sensible y unos cólicos horribles se apoderan de mi, se decir te amo y palabras cariñosas, amo los vestidos y las botas, creo que existe un príncipe (no precisamente azul, pero si de colores) y me encantan los cuentos donde hay hadas, soy sumisa ante un pendejo, asisto a clases y soy buena estudiante, comprendo a todo aquel que quiera ser comprendido, soy chismosa y arpía, me comporto ante los demás, me hago del rogar, soy celosa hasta de la prima, cuido de mi, hago el amor, tengo al novio ideal, la presencia y apariencia perfecta, el vocabulario correcto, sueño con una familia pulcra, soy tierna y sincera, ayudo al prójimo, soy la mejor niña del mundo que sueña con ser hombre.

  Mi vida dio un giro inesperado de de mas de 360 grados. El día 19 de febrero del 2022 como a las 11:30 am, supe que mi vida ahora no solo ...